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22 de abril de 2011

El día de mi cumpleaños...


Cada vez que este día llegaba pensaba en ser feliz,
"¡Ah,  un año más!" esa era mi expresión.


Pero al caer la noche, mis lagrimas no tenían un por qué, solo una razón.
Mi corazón se sentía demasiado deprimido para no dejar de llorar.
 En mi corazón quebrantado brotaba una llama de sentimientos encontrados que no podía expresar. 


 "Se supone este debería ser un día feliz",
me dije entre lágrimas interminables que brotaban sin control. 
 Pero para nada me sentía feliz.
Entre tanto ruido y gente que solo iba a comer y no para verme. 



 Dejaba las suposiciones para otro momento,
ya que me sentía demasiado triste para pensar.
 El día de mi cumpleaños fue el día que más odie,
porque en esa fiesta estaban todos, menos la que debía festejar. 
 Yacía en un rincón sollozando silenciosamente y llorando tristemente.



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