Páginas

Mostrando entradas con la etiqueta Amor. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Amor. Mostrar todas las entradas

13 de abril de 2011

Celos


 

Y de pronto sentí celos,
celos de lo que has vivido,
de aquellas personas a las que has conocido,
de aquellos amores ajenos a mí.


Y crecieron tanto que me enloquecieron.
Y quise saber de tus pasados amores, odios y rencores…
amigas, amantes, tus días y tus noches…


Pero comprendí, que aun el tiempo transcurrido
y a pesar de todo lo que tú has conocido,
me quieres y te quiero y no hay tiempo,
pasado, presente o futuro
que pueda borrar el tiempo vivido conmigo.


1 de abril de 2011

Como deseo decir que TE AMO





Hoy desperté con una gran tristeza
y es que me di cuenta que TE AMO.

Pero no me mal interpretes
que mi tristeza no es por amarte,
es por no tener el valor de decírtelo de frente.
Y es que… cada vez que estoy frente a ti
algo dentro de mi se estremece.

Las palabras se entrecortan
y comienzan a surgir mil ideas en mi mente.

Y si te pierdo… y si no me quieres...
y si me rechazas… o tal vez…
Tal vez sientes lo mismo que yo
pero, ¿como saberlo?

Tú me miras con gran ternura,
me miras y por un momento
parece ser que también me amas,
pero, un segundo después te alejas
y mi corazón se rompe en mil pedazos

¿Es que acaso estas jugando?
¿Ya habrás notado que te amo?
y es por eso que te comportas así.
O quizás tu también sientes miedo
miedo a que yo te rechace.

Pero eso no es posible,
tú cautivaste mi corazón 
desde el primer instante
con tus tiernas palabras,
con tu forma de ser,
con esa triste mirada
llena de amor y sabiduría.


Es por eso que hoy lo he decidido
hoy te haré saber lo que siento,
hoy habré de decirte desde dentro,
desde el fondo de mi pecho
que yo... TE AMO.



  

21 de marzo de 2011

Para decirte que te amo...


Para decirte amor que te amo tanto,
tuve que quitarme los complejos,
olvidar todos mis falsos pudores
y despedirme de prejuicios y temores.
Para entregarte a ti mis caricias corazón,
tuve que arriesgarme a perder mis años de costumbre,
a enterrar mis miedos hondamente
y dejar para siempre mis hondos atavismos.
Para entregarme a ti cariño mio,
tuve que armarme de valores,
comprender que aquella niña asustadiza debía quedar atrás
 y darle paso a la mujer liberada,
 resuelta y profundamente enamorada.